No eres tú. No es él /ella. No sois raros ni os falta comunicación. Es que se comunican en unos códigos diferentes de los nuestros, y necesitas conocerlos para poder entender muchas cosas. Aquí te damos algunas claves. Si quieres conocer más, escríbeme.
NIÑ@S DE 0 A 2 AÑOS.
Curiosamente, aunque todavía no hayan desarrollado e lenguaje, en está etapa mamá y papá tienen un vínculo muy especial que les permite conocer las necesidades del niño o niña con más intuición. Estamos deseando que rompan a hablar, pero, cuando lo hacen...¡en ocasiones les entendemos menos!
En cualquier caso algunas claves para entender su "lenguaje secreto" son:
A quién miran. Busca con la mirada a las personas que conoce. Esto, además de ser una buena señal de desarrollo socio-cognitivo, también da muestras de que su apego seguro se está desarrollando con normalidad y que tiene unas bases afectivas sólidas. Las personas a las que más mira son las que más seguridad le dan.
Monólogos. Juega "hablando" consigo mismo un lenguaje inventado y aveces da grititos de satisfacción. Otra buena señal, innegable, sobre todo en torno al año/ año y medio. A veces, también canturrean. Son momentos de máxima felicidad para ellos/as, y el mero hecho de saber que estás ahí cerca ya les confiere una sensación de seguridad importante.
Su mirada al verte. Sus ojos y su expresión facial cuando te ven entrar en la habitación o se encuentran contigo después de un tiempo. Cuando vas a recogerles a la escuela infantil o después de haberlos dejado con un familiar, lo dicen todo con sus ojos y sonrisa al verte.
Cuando pegan. En ocasiones pegan con las manos a otros niños o a los padres, empujan o muerden. Si no ha desarrollado aún el lenguaje, hace esto porque necesita comunicarse y usa la expresión física como alternativa al lenguaje. A veces, cuando se frustra porque no consigue expresar lo que quiere, sus golpes son más bruscos denotando esa frustración. En cualquier caso, comprendiendo siempre lo que le pasa, es una buena ocasión para poner límites y empezar a explicarle que hay otras formas de comunicarse. Una buena técnica es el modelaje, es decir, lo hacemos nosotros como ejemplo y se lo mostramos. También es buena idea darle objetos que pueda morder o apretar, blanditos y homologados, para que pueda manipularlos y empezar a autorregular sus emociones.
de 2 a 6 AÑOS.
Esta etapa, marcada sobre todo por el desarrollo del lenguaje, y por ende, la socialización, va a estar cargada de lenguaje secreto. Algunas claves:
-Rabietas. No, no son conductas desafiantes, aunque podrían derivar en ellas si no son tratadas adecuadamente. A esta edad aún no regulan sus emociones eficazmente, por lo que, cuando sienten una gran frustración o algo que no entienden, sienten como si todo su cuerpo fuera presa de una enorme descarga de energía que tienen que desahogar. Como ya sabrás, en la medida de lo posible no hay que hacerles caso y mantener la calma; eso sí, estar muy atentos y en cuanto estén calmados/as y con una buena actitud, reforzarles positivamente de inmediato, con nuestra atención, cariño o algún premio. De la misma forma, diferenciar una rabieta de una conducta desafiante es importante, ya que a esta edad la pueden empezar a tener, y es importante corregirla y reforzar nuestra autoridad.
-"Fulanito" es feo. Esta y otras expresiones del tipo "su cara es rara", "me da miedo" o "no me gusta su voz", nos están dando información, no de la persona a la que se están refiriendo, sino a las emociones del niño/a, que normalmente suelen ser de miedo o enfado. Es habitual que, cuando alguien no le gusta al niño o está enfadado con él /ella por algún motivo, diga que lo encuentra feo.
-"Nunca hacéis lo que yo quiero". Esta frase, que de hecho puede repetir hasta la adolescencia inclusive, te está indicando, por lo general todo lo contrario: es un niño o niña excesivamente consentido, y quizás se nos ha ido la mano de permisivos y complacientes. Es una frase más que habitual en niños/as tiranos/as.
-"Mamá (o papá) : Quieres jugar conmigo?" . Es su manera de decir "te quiero y me siento a gusto contigo", ya que jugar, para los niños y niñas, es lo más importante que se pueda hacer en la vida, y además, durante el juego, te va a comunicar cosas importantes de él/ella, aunque no lo haga de manera directa. Ejemplos: al hacer juego simbólico (jugar con muñecos, usar personajes y situaciones, jugar a que son médicos o cocineros, etc.) nos pueden decir mucho de su estado de ánimo , si están enfadados/as, etc. Nos cuentan cosas que les pasan en el cole o cómo se sienten en la familia, a través de los personajes que crean.
-Mira mamá, mira papá. Pueden llegar a ser pesados/as, ¿a que sí? Puedes enseñarles tus limitaciones a la hora de prestar una atención constante, sin hacerles sentir culpables por demandar tu atención; es natural, lo hacen todos los/as niños/as en ambientes en que se sienten seguros y en confianza, y es un producto más de su necesidad de atención y su incapacidad de autorregularse. Ten en cuenta que su pensamiento es irremediablemente egocéntrico en esta etapa, les cuesta entender otros puntos de vista que no sean el suyo, sencillamente porque aún no están preparados para ellos. No es que tengan poca empatía, es que aún no diferencian bien entre "tú" y "ellos/as".
-Te miran atentamente. Cuando estás en presencia de otros adultos, con amigos, familiares, etc., entretenido/a y conversando, y, de repente, ves a tu hijo/a mirándote callado/a, está denotando, por lo general, admiración. Y, ¡cuidado! Está prestando mucha atención a lo que dices y a cómo te comportas, y, seguramente, te imitará.
-Le duele la tripa, pero no le duele. Ya conocemos al niño/a y sabemos que no siempre que dice que le duele la tripa (o la mano, o el pie), es realmente un dolor físico. Sin embargo, no significa que no le pase nada, es una clara llamada de atención y puede significar muchas cosas. Es curioso, que en mi experiencia con niños/as hay algunos códigos que se repiten a menudo, sin querer por esto decir que necesariamente coincida con tu niño/a, pero por lo general, me he encontrado con muchos/as niños/as que cuando dicen que les duele la tripa suelen responder a algo que no desean hacer o una situación que no quieren enfrentar; cuando dicen que les duele el dedo o la mano o que tienen una "pupa", lo que están demandando es cariño y atención por parte del /la adulto/a.
-¡No me quieres, malo/a!. Esta frase la dirá cuando se sienta muy frustrado y esté a punto de rendirse en su "pequeña rebeldía" hacia ti, ya que usa la artillería pesada como último recurso. ¡No se te ocurra ceder llegados a este punto! Si realmente creyera que no lo quieres, no lo usaría como arma para hacerte reaccionar.
DE 6 A 10 AÑOS.
-Me ha dicho fulanito.... Lo importante no es si existe dicho fulanito o no, el niño/a quiere sacarnos información importante que lo confunde, preocupa o abruma y necesita nuestra claridad, comprensión y sobre todo, sinceridad.
-No quiero ir al colegio. Alarma. No quiere decir necesariamente que haya un problema, ya que a menudo a los/as niños/as les da pereza el cole y prefieren estar en casa; pero también puede ser su forma de decirnos que está sufriendo y necesita nuestra ayuda. Puede ser acoso escolar, pero también algún problema no diagnosticado de aprendizaje, como dislexia o discalculia; algún miedo en particular o un profesor que no le hace sentir motivado o al que no entiende.
-Preguntas acerca de la familia. Necesita raíces y seguridad, y ya entiende que pertenece a un "clan" o grupo más amplio. El niño o la niña empieza a conformar su identidad, también la familiar. Por supuesto, le viene fenomenal que le cuentas anécdotas e historias de la familia, pero también que intentes en lo posible que pasen más tiempo con ellos. Por otro lado, es un buen momento para que el niño o niña cultive un hobby,, porque es muy saludable que lo haga en esta etapa de primera búsqueda de identidad.
DE 11 A 16.
-Se pone a ver la tele o a jugar a algo delante de ti (por ejemplo, en el salón). Cuando un /a adolescente quiere privacidad y soledad, lo cual es la mayor parte del día, se encierra en su habitación. Cualquier actividad que inicie en zonas comunes, es una invitación a participar, por mucha cara de cansancio vital que tengan. Interésate por lo que hace y pregúntale si no le importa que le acompañes, o que te gustaría mucho que te enseñase a jugar.
"Ya lo sé". Cuando un/a preadolescente o adolescente contesta esto a algo que le has dicho, plantéate ¿eres demasiado repetitivo/a? Porque suele ser la interpretación de que no le ves apto o competente e impacta negativamente en su autoestima. Es cierto que a esta edad es normal tener poca paciencia y cambios bruscos en el humor, y en ocasiones, tu hijo o hija te pueda parecer muy duro/a o injusto/a en alguna respuesta exagerada hacia ti, pero sencillamente es su manera de percibir un mundo nuevo que se abre ante él/ella, y que tiene que afrontar con pocas herramientas. Recuerda que el/la adulto/a eres tú y que un poco de paciencia extra será necesaria.
Estas son algunas claves de ese lenguaje que usan los/as niños/as, pero hay muchas más y las irás descubriendo con atención, presencia y mucho amor. Y, como dije, si necesitas profundizar, llama o escríbeme.
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